miércoles, 3 de noviembre de 2010

Participación ciudadana y el destino de la Estación Terminal

En mis años de marplatense por nacimiento y por elección, nunca participé activamente en política. El discurso enfático de algunos candidatos pretendiendo arengar a las masas siempre fue para mi chocante. Eso sumado a la falta en sus promesas contribuyó a crear en mi un desinterés sobre el tema, y seguí con mi vida, observando, y protestando la mayoría de las veces, por tal o cual medida tomada por nuestros gobernantes, que nos afectaba de alguna manera. 

Hoy siento que me equivoqué, que dejé un espacio vacío, que debí haber ocupado. Hoy creo que ser político no es solamente participar en un comité. Creo que ser político es participar en la construcción de la sociedad que pretendo. Hoy siento que esos espacios que como marplatense dejé vacíos están ocupados por personas foráneas que no tienen el mismo sentir que yo por esta ciudad. 

Muchos de ellos han tomado la ciudad como trampolín para sus aspiraciones personales, sin importar el bien de la comunidad. Otros sólo han visto la oportunidad de hacer buenos negocios. Esos "apropiadores" de Mar del Plata actúan porque los marplatenses lo permitimos. Son recibidos con los brazos abiertos, con promesas que encandilan, pero cuando queremos acordar rebasan los límites y se convierten en verdaderos depredadores. 

Veo como día tras día son avasallados los derechos a conservar nuestra historia, nuestras playas, nuestros paseos públicos. Todo está en la mira, desde un Bien Patrimonial, hasta una calle, desde una playa pública, hasta una Reserva Natural. No hay medida a la ambición. El ejemplo más claro es el tema de la Terminal Sur, el edificio del arquitecto belga Jules Dormal, el mismo que construyera nada menos que el Teatro Colón de Buenos Aires. La puja de intereses sobre el predio tiene perfiles que son inadmisibles. En los últimos meses se han barajado tres propuestas de recuperación de este espacio. Pero ninguna de las propuestas consideraba el destino para el cual había sido donado el bien a nuestro Municipio, que es "BIEN CULTURAL DE USO PUBLICO DE INTERÉS PATRIMONIAL". 

Y aquí quiero detenerme, porque esto NO PUEDE SER NEGOCIABLE. Como marplatenses tenemos el derecho y la obligación de defender ese espacio para nuestra cultura, para nuestro arte y para nuestra historia. Por eso mañana por primera vez voy a estar en el Consejo Deliberante para demandar a nuestros representantes que se respete la ley. Que la Terminal siga siendo lo que debe ser: un emblema de Mar del Plata. Un espacio para disfrute de toda la sociedad. Un lugar de encuentro para los marplatenses y para quienes sean respetuosos de nuestra historia y de nuestra cultura y quieran compartir con nosotros. Y vos, ¿dónde vas a estar a las 10 de la mañana? 

Stella Maris Roldán